Algo que siempre me llamó la atención en todos estos años de aficionado al Spaghetti Western, es el aspecto tan curioso que presentaba Tomas Milian en algunas películas. La caracterización de su personaje incluía muchas veces unas llamativas pelucas. No sé si fue idea propia, quizá de los encargados de atrezo, o culpa de los distintos directores, pero el caso es que atraían poderosamente la atención y a veces le daban un aspecto algo ridículo.
No estamos hablando de trabajos mediocres, ya que en las imágenes podéis ver fotogramas de dos de las obras más importantes del Western Europeo, y por supuesto no me estoy refiriendo a cualquiera, pues junto a Franco Nero, Gianni Garko o Lee Van Cleef es uno de mis actores preferidos del Spaghetti Western. Formado en el Actor’s Studio, Tomas Milian es uno de los artistas con más talento que hemos podido ver en una pantalla, independientemente del género cinematográfico que interpretase, lo cual hace el asunto más extraño aún.
El caso del camaleónico actor cubano no es único, recordemos la estupenda cabellera que lucía Burt Reynolds en Navajo Joe, así puede ser que fuera un asunto inherente al género, no lo sé, pero es un enigma que me gustaría resolver.
Lo que está claro es que si alguna vez llega a hacerse un museo del Spaghetti Western, las pelucas de Tomas Milian deberían ocupar un lugar privilegiado.