Si bien se aplican muchos apelativos a la extensa filmografía de Takashi Miike, tales como transgresora, radical, violenta, polémica, o ecléctica, lo cierto es que la palabra que mejor puede definir su carrera es «irregular», aunque tiene un gran talento, hay veces que el resultado de sus filmes es más que discutible. A Miike le gusta crear obras muy personales, lo que le ha llevado en algunos de sus proyectos a producir productos «directos a video», donde puede trabajar en total libertad, sin injerencias externas, aunque ello le obligue a tener presupuestos mucho más bajos, es un provocador nato con un sentido del humor negro, que raya en lo macabro, al que gusta mostrar la violencia explícita, llegando incluso al gore, y puede llegar a contraponer poéticas escenas de lo más sensible, con otras de bastante mal gusto.
Habiendo tocado prácticamente todos los géneros cinematográficos desde el Terror de «Llamada perdida» o «Audition», al género yakuza de «Dead or Alive» o «Ichi the killer», pasando por la comedia en «Zebraman», sin olvidar obras inclasificables como «La felicidad de los Katakuri», no era raro que el realizador japonés terminara recalando en el western, por supuesto con alusión culinaria al plato local de turno, también relacionado con la pasta, como es el Sukiyaki.
A pesar de la cita obvia del título, Sukiyaki Western Django, más que una libre interpretación del filme de Corbucci es un homenaje al Spaghetti Western pasado por el particular tamiz de Takashi Miike, con lo cual no será la única referencia, pues podemos encontrar guiños al Western Clásico, el Chambara e incluso Shakespeare.
– ¿Qué ruido es ése?
– El sonido de las campanas del templo Gion Shoja.
La historia comienza con un prologo al más puro estilo Eurowestern de una fuerza visual tremenda, en un escenario pintado a mano al estilo Kabuki o Bunraku (Recalcando el carácter de fábula teatral de la obra, aunque el detalle no es nada original pues ya había sido utilizado previamente en el estupendo western Tailandés «Las lagrimas del tigre negro» de Wisit Sasanatieng), en el que el mortal pistolero Piringo (Interpretado por el mismísimo Quentin Tarantino) antes de enfrentarse a unos matones, les cuenta la historia de los Heike y los Genji equiparándola con la Guerra de las Dos Rosas, para seguir con unos títulos de crédito que nos sumergen literalmente dentro de un sukiyaki. Ya en estos primeros minutos podemos ver qué nos vamos a encontrar en esta película plagada de excesos y referencias.
El resto de la película se desarrolla con un guión que es una mezcla entre «Yojimbo» de Akira Kurosawa y «Por un puñado de dólares» de Sergio Leone, donde un pistolero sin nombre llega a la ciudad de Yuta divida por la guerra entre el Clan blanco Genji, dirigido por el letal Yoichi (Masanobu Andô) un guerrero que reniega de filosofía de los samurais que considera anticuada, y el clan rojo Heike a cuya cabeza está el cobarde megalómano Taira no Kiyomori (Kôichi Satô) tan obsesionado con la obra de Shakespeare «Enrique VI» que obliga a sus secuaces a llamarlo Henry.
Para continuar con el paralelismo con la obra de Leone también tenemos a Shizuka (Yoshino Kimura) una joven secuestrada y obligada a prostituirse por el clan de los blanco con la amenaza de hacer daño a su hijo, el héroe solo encuentra apoyo en el dueño de la taberna y en la misteriosa Ruriko (Kaori Momoi), a partir de ahí Miike deconstruye los mitos del Spaghetti Western, y va encadenando violentas escenas de acción con diálogos intimistas, o escenas surrealistas salpicadas de su particular sentido del humor, donde va desvelando los secretos que se ocultan en el pueblo y profundizando en los personajes, a cual más desquiciado, aunque la palma se la lleva el shérif con personalidad múltiple (Teruyuki Kagawa), un remedo cómico del Gollum del Señor de los anillos de Peter Jackson.
La historia se desarrolla entre clichés de los géneros homenajeados, guiños a estos (impagable la aparición final de la cruz de Mercedes Zaro) y giros más o menos inesperados, decayendo bastante el ritmo antes de llegar al sangriento y bello final, donde se cierra el circulo y se unen definitivamente los géneros del western y el chambara, donde se baten a muerte el cowboy y el samurai, en un duelo a pistola y espada en mitad de una nevada, que nos retrae a clásicos como «La espada del mal», «Samurai Assassin», «Lady Snowblood» o la mismísima «Kill Bill» (Otro Spaghetti Western de Samurais modernos).
Como curiosidad destacar que el film se rodó en inglés y que la mayoría de los actores no dominaban este idioma, lo que junto al curioso diseño de producción repleto de anacronismos, con un vestuario que mezcla ropas del japón feudal, con vestuario típico del salvaje oeste o de bandas yakuza modernas, contribuye a acrecentar la sensación de extrañeza y de desasosiego que pretende transmitir el director, en este atemporal cuento surrealista.
En el aspecto positivo es importante poner de relieve la primorosa fotografía de Toyomichi Kurita que refuerza todo el impactante aspecto visual, uno de los fuertes de la película junto a lo original de su propuesta.
Desde mi punto de vista una obra muy interesante, y a pesar de algunos momentos fallidos, recomendable sobre todo a cinefilos sin complejos y aficionados al western o el cine de samurais eclécticos, pues este plato de Sukiyaki puede que se le atragante a algunos, sobre todo a los más puristas.
Ficha

Sukiyaki Western Django
Título Original: Sukiyaki Western DjangoAño: 2007
Director: Takashi Miike
Guión: Takashi Miike, Masa Nakamura
Actores: Hideaki Itô, Masanobu Andô, Kôichi Satô, Teruyuki Kagawa, Kaori Momoi, Quentin Tarantino
Música: Kôji Endô
Sinopsis:
La en otro tiempo floreciente ciudad minera de Yuta está sumida en la desolación debido a la guerra entre dos clanes rivales, los Genji de color blanco y los Heike de color rojo, ambos clanes luchan entre ellos en busca de un tesoro supuestamente enterrado en este lugar. A la ciudad llega un taciturno pistolero que sabiendo que sus servicios son valiosos para ambos bandos, se ofrece al clan que ofrezca la mayor cantidad de dinero, cambiando de lado si fuera necesario. Traiciones, amor, lujuria, espadas y revolveres se cruzan hasta llegar al explosivo duelo final bajo la nieve.
La semana pasada me la compre en bluray, no llegaba a 6 euros en el mediamark la peli. El audio es en ingles con subtitulos en castellano.
La verdad es que no puedo opinar mucho, vi los primeros 20 minutos y la deje. Me cuesta mucho digerir este tipo de películas.
Quizás un día con tranquilidad le de otra oportunidad.
Cuando veremos un SW de los de verdad???
Cuando le darán un voto de confianza a este género cinematográfico???
Esperaremos…………
Como comentaba en el artículo, efectivamente no es una película para todos los gustos y el director es muy particular, en cuanto a lo de ver un Spaghetti Western de verdad… está complicado pues ya vimos que Tarantino tuvo la oportunidad y se decantó por otro tema, así que ya veremos 😉